domingo, 4 de agosto de 2013

SI NO LOS QUIERES, RESPÉTALOS


SI NO LOS QUIERES, RESPÉTALOS.

En febrero de 2011, mientras estaba viendo un programa de televisión italiano, de repente mi corazón dejó de latir. El programa era “Striscia la notizia” y en él daban un servicio sobre la situación de las perreras en España. Nunca había visto algo tan horrible. ¡Un verdadero infierno! Cientos de perros encerrados en jaulas muy pequeñas y sucísimas. En sus ojitos se leía el miedo y la desesperación. Desde entonces todos conocemos una realidad que nunca hubiéramos podido imaginar. Una voluntaria italiana estaba en Cádiz denunciando los crímenes que cada día se producían en esos lugares. Y lo peor ha sido descubrir que en mi querida España la ley permite que se maten a esos pobres angelitos. No resulta una buena imagen del país ibérico de cara al extranjero. La corrida y los sanfermines (espectáculos indignos) ya los conocíamos y ahora las perreras.  ¿Por qué España tiene esa relación tan primitiva con los animales? Un país que ha alcanzado cumbres cívicas como la aprobación del matrimonio gay o la elección del primer consejero con síndrome de Down no puede, y subrayo, no puede maltratar a esas criaturas inocentes. Tanto en Italia como en España habría que educar a las personas a respetar a los animales: sería productivo, como ya ocurre en algunas realidades de estos países, que esto se enseñara en las escuelas a partir de los primeros años. En la actualidad yo tengo un perro que se llama Grigetto. Es un mestizo y tiene once años. Lo adopté hace dos años en la perrera de Pomezia (provincia de Roma, Italia). Lo considero mi hijo y a él siempre le doy la prioridad. A alguien que me pudiera decir que adoptándolo lo he salvado yo le contesto que Grigetto me ha salvado a mí porque yo estaba en la depresión y con él han vuelto la sonrisa y las ganas de vivir. En internet, sobre todo en facebook, siempre comparto fotos de animales necesitados y en algunos casos unos perros han encontrado casa. Yo lo llamo “el milagro de compartir”. Compartir puede significar salvarle la vida, compartir significa a veces adopción, esa palabra mágica que nos abre los corazones. 

Silvio Constantino

1 comentario:

  1. Completamente de acuerdo contigo Silvio, un clic puede marcar la diferencia y hacer que la realidad de un pobre animal abandonado y con una vida detrás llena de maltrato pueda disfrutar de una existencia digna y con cariño que por otra parte antes tenía pero por ser considerado una cosa y, por lo que sea, ya no encaja. Podría escribir páginas enteras de todos los aspectos que confluyen en esta realidad, imposible comentarlos aquí. Lo que está claro es que a nadie le gusta que en nuestro mundo haya cosas feas, muy feas y la mayoría de la gente opta por esconder o tirar ese jarrón que ya no le gusta y así no lo ve con la ilusión de que no existe. Pero existe, y creo que hay que comprometerse con intentar dejar a las nuevas generaciones un mundo mejor y eso no pasa por esconder sino por hacer. Hagamos.......no me estoy refiriendo exclusivamente al mundo animalista, hay muchos granitos de arena que se pueden aportar en muchos ámbitos que no forman parte de la realidad a medida que cada cual nos fabricamos para pasar por esta existencia lo más cómodamente posible. POR FAVOR, PIENSA ANTES DE ESCONDER EL JARRÓN

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