jueves, 1 de agosto de 2013

El Papa y la Revolución gay


En estos últimos días hemos escuchado una frase-bomba pronunciada por el Papa Francisco en su viaje de vuelta a Italia después de la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil: “¿Quién soy yo para juzgar a los gays?”. íPor fin! Creo que es la primera vez que un Pontífice expresa claramente su posición no agresiva hacia un tema que siempre ha sido muy controvertido. Una mano tendida hacia los homosexuales que todavía sufren, en algunos países, absurdas discriminaciones; una voz acogedora que podría representar el punto de partida de un recorrido humano y cívico a la vez. Al leer la frase de Bergoglio en el periódico se me ha ocurrido una pregunta: ¿Cree de verdad el papa en lo que ha dicho”? No sé dar una respuesta pero la sensación ha sido muy positiva: este Papa desde el primer momento ha conseguido entrar en los corazones de todos, incluso ateos y no católicos. Ahora tenemos que esperar las reacciones de la Iglesia oficial y el riesgo de conflictos con el Santo Padre son casi inevitables.

Silvio Costantino

2 comentarios:

  1. "El papa Francisco aparta al arzobispo de Camerún por sus declaraciones homófobas."
    "Cuando las barbas de tu vecino veas pelar pon las tuyas a remojar Carde anal de Santo Domingo"

    Copio y pego un comentario del Facebook que ha compartido mi hermano que vive en Haití y ha vivido durante un tiempo también en Santo Domingo, donde este personaje es penosamente conocido por las perlitas que suelta por su boca.
    Y quiero pensar: ¿verdaderamente este Papa está comprometido con la causa o es simplemente una estrategia de lavado de cara de la Iglesia ante los últimos y repetidos escándalos?.
    Opiniones por favor

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  2. Hum, como pides opiniones, comparto la mía. Lo cierto es que no termino de creérmelo. Es el jefe de una institución que condena el aborto, incluso en casos en los que la vida de la madre está en riesgo, y son numerosos los ejemplos (algunos cercanos, el obispo de Alcalá, por ejemplo) de representantes que una y otra vez hacen declaraciones en contra de gays y lesbianas. Es decir, el jefe de una institución poco respetuosa con los derechos de los demás, aunque les vaya la vida en ello. En cualquier caso, está bien que lo diga, porque poco a poco ese mensaje de tolerancia (mínima, no nos engañemos) puede calar en la gente que todavía cree que solo hay una manera correcta de pensar y sentir: la suya.

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